Los principales retos, dudas, mitos y verdades del proceso electoral y el papel de la Junta Nacional de Escrutinio (JNE) fueron abordados durante cuatro encuentros con la Defensoría del Pueblo, el creador de contenidos Stevens Joseph, la Ciudad del Saber y The Wonder Podcast.
La seguidilla de encuentros y entrevistas en la recta final de la campaña electoral panameña le permitió a la JNE ampliar el alcance de su objetivo de promover el voto responsable y ciudadano, además de lograr que estas organizaciones y personas se hagan parte del proceso de divulgación de los principios fundamentales del sistema electoral panameño, de cara a las elecciones generales del 5 de mayo próximo.
La presidenta de la Junta, Nivia Rossana Castrellón Echeverría, se refirió en cada encuentro a las gestiones de esta corporación electoral para elevar su conocimiento por parte de la sociedad y así destacar el rol que los ciudadanos cumplen, al ser los únicos que proclaman al ganador en unos comicios generales, una característica singular de la democracia panameña.
La tónica constructiva de los encuentros permitió el clima de confianza para atender todas las interrogantes que los interlocutores tenían, por ejemplo, sobre las medidas de seguridad para preservar las actas, la docencia que hay que impartir para no anular el voto, los recursos que tiene la Junta para desarrollar su labor o qué pasa con el voto luego que el ciudadano lo deposita en la urna.
No faltó las referencias a las leyendas urbanas -traídas del siglo pasado- sobre el robo de urnas y la alteración de actas, cuestiones que Castrellón abordó con docencia al referir que en la actualidad el sistema de escrutinio es tan redundante que se emiten más de 100.000 entre originales y copias de actas en todo el país en poder de los miembros de mesa, representantes de candidatos y el Tribunal Electoral , lo que desvirtúa ese mito.
También salieron a relucir las reflexiones sobre porqué aún Panamá no adopta el sistema electrónico de votación, para ahorrar costos y eliminar la quema de boletas únicas de votación, que resulta perjudicial al medio ambiente.
Incluso Castrellón tuvo que detallar cómo funciona la emisión del voto, la custodia y el conteo de la mesa de votación RERE/REVA (Registro de Electores Residentes en el Extranjero/Registro de Electores del Voto Adelantado) para disipar dudas sobre la transparencia del proceso.
La presentación de los videos formativos sobre el proceso electoral panameño ayudó a profundizar el conocimiento sobre esta materia y entusiasmo a los interlocutores porque son herramientas que les permitirán divulgar a su audiencia contenidos orientados a fomentar la cultura electoral.
Todos querían saber el alcance del voluntariado que cumple la Junta, similar al rol que cumplen las otras corporaciones locales y circuitales y cuál es el método para elegir a sus miembros -potestad del pleno de los magistrados del Tribunal Electoral- y si es posible ser parte de ella.
También hubo que aclarar que, en Panamá, con la diferencia de un voto se gana una elección, no existe el “empate técnico”, sino matemático y, en ese caso, se realiza una nueva elección entre los empatados, como ya ha sucedido en el pasado en cargos de elección como el de representante.
La ocasión también fue propicia para explicarles a los diferentes interlocutores que la Transmisión Extraoficial de Resultados (TER) es un mecanismo valioso del Tribunal Electoral para mantener informada a la ciudadanía con los resultados mesa por mesa, pero que, en caso de una diferencia, será el conteo de la JNE lo que impere porque es el oficial.
Sobre la Junta Nacional de Escrutinio
La JNE es la corporación electoral transitoria, autónoma e itinerante encargada del conteo de votos para escoger al Presidente y Vicepresidente de Panamá con base en las 39 actas de circuitos electorales y el acta del voto en el exterior y el voto adelantado (RERE/REVA).
Su misión es recibir, custodiar y escrutar todas las actas hasta el último voto, antes de hacer la proclamación del nuevo gobernante del país.
En 2024 está integrada por nueve ciudadanos panameños -seis de ellos mujeres y 55 por ciento de 40 años o menos- escogidos por el Tribunal Electoral con comunicación a los partidos políticos y organizaciones de libre postulación que tienen candidato presidencial. No reciben ninguna remuneración por su labor cívica; no tienen ninguna afiliación política partidista ni con ningún candidato de libre postulación. Son personas de probada buena reputación, correctamente inscritos en el padrón final electoral y sin ninguna condena en el sistema judicial.
Su actual presidenta en la abogada y educadora, Nivia Rossana Castrellón Echeverría, quien, por segunda ocasión consecutiva, fue seleccionada por el Tribunal Electoral para dirigir la magna tarea.
Enlaces de prensa:
Mayteé Zachrisson ([email protected])
Luis Miguel Blanco ([email protected])
